El investigador relató que gracias a la creación del instituto y sus distintos equipos de trabajo, se han desarrollado sistemas de energía no emisoras de carbono con turbinas movidas por las corrientes marinas. Para ello se trabaja en el desarrollo de equipos que les permitan hacer ensayos y probar nuevos tipos de turbinas. Así, ya cuentan con la tercera generación de piscina de ondas de la universidad de Edimburgo, que es una gran diferencia con respecto a los estanques con los que se estudiaba hace algunas décadas, cuando se empezó a estudiar la energía submarina. De esta forma han podido por ejemplo realizar mediciones en las piscinas de ondas con los mismos instrumentos que en terreno, algo que no se podía hacer antes, mejorando así la capacidad de sacar conclusiones y buscar nuevas soluciones con el menor riesgo posible. Uno de los desafíos que tienen para solucionar al día de hoy es el tema de las direcciones de las corrientes que hace muy compleja la captación y generación de energía. Para ese tipo de problemas, por ejemplo, resulta esencial contar con tanques que generen condiciones similares.
Según Ingram, actualmente se trabaja en encontrar soluciones a todas las etapas y situaciones que implica este tipo de energía, como lo son el pasar la energía a los sistemas de distribución y transmitirlos de forma segura, o el almacenamiento de energía para un mejor aprovechamiento. Incluso abarcan temas ligados a las políticas públicas que se desarrollan y las que podrían llevarse a cabo para fomentar este tipo de energía, relacionándose para ello con gente que trabaja en el mismo rubro en todo el mundo.
Un sistema de estos es complejo, contempla desde la turbina, las olas, una sala de máquinas, alguna forma de almacenar y luego pasarlo a la red eléctrica para que el usuario obtenga lo que le espera.
"Todo este proceso necesita un trabajo conjunto muy estrecho entre ingenieros eléctricos, ingenieros mecánicos, hidráulicos, especialistas en hidrodinámica que deben estar constantemente compartiendo información. Eso es justamente uno de los puntos fuertes del Instituto", destacó.
Para encontrar las soluciones que se necesitan, los equipos pasan por varias etapas, desde el modelamiento computacional, pasando por ensayos a pequeña escala en las piscinas, ensayos algo mayores en tierra y ensayos a escala mediana también en el mar, hasta llegar a tener un modelo de escala real en el mar. David Ingram, comentó que es de suma importancia que cada etapa vaya entregando datos que permita mejorar la solución, pues cada avance significa una inversión varias veces mayor a la anterior. En base a la experiencia que esto les ha dado, hace un llamado a que quien quiera desarrollar un proyecto en el mar, haga primero muchos ensayos en tierra bajo condiciones controladas, y solo una vez que se crea que estén listos, llevar la solución al mar.
Doctorado
El programa de doctorado que presenta David Ingram, como director de IDCORE es un trabajo conjunto entre las universidades de Edimburgo, Exeter, Starthclyde y la Asociación de Ciencia Marina de Escocia. Combina cursos introductorios de todas las especialidades que se deberán tratar, con proyectos reales en los que se deben desarrollar equipos multidisciplinarios. El programa es muy enfocado hacia la industria, alineado con las necesidades de ésta y formando especialistas con 100% de empleabilidad.