Raúl Demangel es Ingeniero Civil con mención Hidráulica, con una larga trayectoria y experiencia en consultoría. Es Gerente General y Socio Fundador de CONIF-BF Ingenieros Civiles Consultores. Ha sido director de la SOCHID (Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica) por muchos años, actualmente es el vice-presidente y es director del Instituto de Ingenieros de Chile. Además, es Fotógrafo de Naturaleza, con interés por el estudio y observación de las aves, esto último lo llevó a ser presidente de la Unión de Ornitólogos de Chile (UNORCH) durante varios años. Parte de su trabajo fotográfico se encuentra publicado en varios libros de naturaleza chilena, como Aves de Chile, de la Editorial Kactus. También fue director de la Fundación Kennedy, organización que se dedica a la conservación de humedales a través de programas de difusión y educación en las comunidades.
¿Por qué eligió la especialidad de hidráulica? ¿Cómo fue su experiencia en la Escuela de Ingeniería?
Bueno, primero que todo, yo era de la séptima región, específicamente de Linares, mi papá era agricultor, de ahí comenzó mi interés por la naturaleza y todo lo relacionado a ello. Así, ya cursando la enseñanza media, me di cuenta que tenía habilidades para las matemáticas y la física, desde ese entonces que la ingeniería comenzó a aparecer como posible carrera universitaria. Ya dentro de la Escuela (FCFM) el agua era el tema que más se relacionaba a mi interés por la naturaleza, por lo que decidí por ingresar a la especialidad de hidráulica, en donde coincidí con varios amigos que me había hecho en plan común.
La experiencia en la Escuela fue buena, tengo gratos recuerdos de mi paso por la facultad de ingeniería. Quizás en mi vida universitaria quedó pendiente el poder cursar algún postgrado/magíster en el extranjero, ya que por causas del contexto histórico que nos tocó vivir no pudimos postular a las becas que en ese entonces se encontraban suspendidas.
¿Qué recuerdos tiene de la Facultad?
Pese al contexto histórico en el que me tocó estar en la Facultad y en el cual se vivían momentos tensos por la polarización existente en esos años, tengo muy buenos recuerdos. La Escuela siempre tuvo una alta exigencia con los estudios, el nivel era muy alto y quedaba poco tiempo para realizar otras actividades, pese a ello logré integrar el equipo de basquetbol, lo que me mantuvo entretenido y donde conocí varios amigos.
En el aspecto profesional… ¿Cómo llegó a trabajar en consultoría?
Cuando terminé los ramos y comencé a realizar mi proyecto de título, llegó una oferta laboral de Basilio Espíldora, quien era profesor y que en ese entonces estaba contratando estudiantes jóvenes para trabajar en una consultora de ingeniería. Fue así como conocí el mundo de la consultoría y llevo ligado a ello por 40 años. En todo este tiempo, he participado de diferentes proyectos de ingeniería, como por ejemplo: estudios de hidrología, estudios de abastecimiento de aguas y aprovechamiento de recursos hídricos.
¿Cuáles han sido los proyectos que han marcado su vida profesional?
Un proyecto en el cual me involucré mucho y en el cual estuve muchos años, fue la conducción realizada entre Concón y Zapallar, que consistía en darle agua a una serie de localidades costeras, dentro las cuales se encontraba Quinteros, Horcón, y Cachagua, estas localidades intermedias tenían problemas con el abastecimiento de agua, por lo que tuvimos que sacar agua y elevarla desde una planta de tratamiento ubicada en Concón, para ello hicimos varios trazados al momento de continuar con los trabajos. En este proyecto estuvimos entre seis y siete años trabajando, en donde pude recorrer todo el litoral, entrevisté a muchas personas, determinamos demandas y realizamos distintos trazados para hacer la conducción final.
Además, he trabajado en otros proyectos para la minería, donde se han estudiado y diseñado sistemas de abastecimiento de aguas y estudios hidrológicos. En lo que concierne a organismos públicos, en la consultora hemos trabajado con la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) y la Dirección General de Aguas (DGA), con quienes se han realizado planes maestros de aguas lluvias y proyectos en esa línea; sin embargo, cada vez se vuelve más complicado y complejo concretar estos proyectos, ya que las exigencias son cada vez mayores y los presupuestos limitados.
También se han realizado trabajo en el área de ingeniería sanitaria, pero cada vez se hacen menos, quizás las nuevas urbanizaciones han sido parte de esta disminución dado que las empresas sanitarias les exigen entregar los sistemas sanitarios solucionados.
A mí personalmente me gustan los proyectos que son más conceptuales, donde hay que estudiar distintas alternativas y donde existen otros factores más allá de lo técnico. Creo que el hecho de trabajar en consultoría me ha llevado a tener una visión más amplia de los proyectos, puesto que nuestro equipo si bien es más bien reducido, nos toca relacionarnos con muchas otras especialidades tanto de ingeniería como de otras disciplinas (ambientales, legales, participación ciudadana, etc.).
Dada su experiencia y líder de proyectos ¿Cómo ve el rol que cumplen las ciencias y la ingeniería en el panorama actual a nivel nacional-mundial?
Después de egresar, me di cuenta que sales preparado para ser ingeniero, lo que uno ve y estudia en la carrera es sólo una pincelada de lo que ocurre en el “mundo externo”, casi todo se aprende después al momento de ejecutar proyectos, desde analizar cómo enfrentar un problema hasta cómo redactar un informe.
Creo que un tema que me encontré en reiteradas ocasiones en los proyectos y que en mi etapa de estudiante en la universidad aún no se incluía en los planes de estudio, era lo relacionado a las implicancias medioambientales. Esto finalmente se transformó en un aspecto fundamental a la hora de diseñar obras civiles, pues debes considerar que todo lo que se planifique tendrá un impacto en el medioambiente, y además hay que considerar que tarde o temprano estos proyectos cumplirán con su vida útil. En esta línea hay muchos ejemplos, como las centrales hidroeléctricas y centrales de paso, en las cuales se han ido sumando otros factores como la contratación de consultoras especializadas en temas ambientales y/o la participación de comunidades en la toma de decisiones, todo lo cual finalmente lleva a que el proyecto se lleve o no a su puesta en marcha. Con esto quiero decir que en la Facultad te enseñan los aspectos más técnicos de la ingeniería, sin embargo, hay que pensar mucho más allá de aquello, es muy importante tener una visión amplia de los proyectos.
La ingeniería, como dice la palabra, es ingeniárselas para dar solución a los distintos problemas que se presenten. Los ingenieros deberíamos tener una preponderancia mayor en la toma de decisiones, me gustaría que se nos considerara más. Hay muchos ingenieros con capacidades para liderar grandes proyectos, he conocido a muchos ingenieros jóvenes con ideas muy buenas, por ejemplo, James McPhee, actual Vicedecano de la FCFM, quien en sus inicios también trabajó en la consultora y lo recuerdo como un profesional muy completo y con una mirada crítica de las distintas dimensiones que componen un proyecto o una obra civil.
(Fotografía: Raúl Demangel)
Nos gustaría conocer más sobre su participación en la UNORCH (Unión de Ornitólogos de Chile) y sobre su pasión por la fotografía.
Como comentaba anteriormente, desde muy chico tuve interés por la naturaleza, siendo la biología una de las áreas que siempre me llamó la atención; desde ahí que también he sido muy observador con lo que hay a mi alrededor. El estudio y observación de las aves, fue una habilidad que desarrollé gracias a vivir en el campo, esto coincidió años después en este proyecto desarrollado en el trayecto de Concón-Zapallar, donde tuvimos que analizar las implicancias ambientales de la zona y contratamos a un par de biólogos que nos apoyaran, uno de ellos se sorprendió del conocimiento que yo poseía al mirar las aves y fue él quien me comentó de la existencia de la UNORCH. Luego de ello, tomé un curso ahí y comencé a hacer amigos ornitólogos, con quienes comenzamos a realizar salidas a terreno, visitar lugares y desde ahí en adelante que tengo una participación activa en esta organización donde por algunos llegué a ser presidente.
Con respecto al tema de la fotografía, siempre estuvo ligado a capturar imágenes de la naturaleza y donde también fueron claves los viajes realizados en el contexto de los distintos estudios y proyectos de mi vida profesional. Como ejemplo, en un proyecto de mejoramiento del Canal de Azapa en Arica, ya me había comprado una cámara digital y comencé a hacer más fotos de paisajes, naturaleza y aves. He estado en varios países de Latinoamérica fotografiando sobre todo aves y fauna en general. Ojalá me queden más años de vida para seguir disfrutando de la naturaleza.
¿Qué perspectivas tiene de la ingeniería y el panorama medioambiental con el se encuentran los ingenieros/as más jóvenes?
Primero que todo, creo que todo proyecto impacta de alguna manera, por ejemplo, ¿cómo producimos energía eléctrica con menor impacto? Considerando que casi todos usamos energía para estar conectados desde un celular o un computador. Las soluciones ante este tipo de disyuntivas tienen que nacer de las nuevas generaciones con el engranaje del conocimiento que ya tienen los profesionales con mayor experiencia. El panorama es muy complejo y a los estudiantes les diría que tienen una gran oportunidad de hacer cambios y hacerse preguntas para proponer soluciones a los problemas que enfrenta el mundo actualmente, la facultad les entrega todas las herramientas necesarias, la base académica es de excelencia, y así serán actores claves de la transformación. Gran parte de los estudiantes serán profesionales que llegarán a niveles importantes, donde deberán tomar decisiones, la universidad es sólo una fracción pequeña de la vida, pero muy marcadora y hay que aprovecharla al máximo.