¿Cuáles son sus principales impresiones sobre este reconocimiento?
Este reconocimiento es una especie de "galería de la fama" de los profesionales de la ingeniería sísmica. En el listado de las personas que fueron reconocidas en esta ocasión, hay muchos a quienes conozco y son amigos de toda una vida, otros fueron mis "héroes" cuando yo me inicié en la carrera y que de alguna u otra forma también crearon la disciplina. Para mí es un gran reconocimiento, especialmente que después de casi 50 años soy el segundo chileno en recibir este premio, Rodrigo Flores fue el primero en ser reconocido.
Lo más importante para el Departamento es que yo aparezco como académico del DIC, lo cual realza la labor realizada en la unidad académica, dado que todas las actividades de investigación, proyectos y docencia las he realizado acá.
¿Cuáles son las principales implicancias que tiene este reconocimiento?
Creo que hay tres aspectos que yo interpreto están incluidos en el reconocimiento, ya sea implícita como explícitamente. El primero de ellos, tiene relación con las contribuciones originales que he hecho con mis tesistas, una de las cuales es la investigación del potencial destructivo que fue citado mucho en Berkley y que gracias a ello yo tengo bastante reconocimiento internacional, ahí colaboró un profesor de Berkeley, Vitelmo Bertero. Lo segundo, creo es con respecto al liderazgo de la 16ª conferencia mundial de ingeniería sísmica, realizada en enero del 2017 y en donde participaron cerca de 3000 participantes, 2500 de ellos del extranjero y es considerada hasta hoy la mejor conferencia que se haya realizado. Por último, creo que la tercera razón tiene que ver con los éxitos del diseño en los edificios altos de hormigón armado, que se conocen internacionalmente como la escuela chilena de diseño sísmico.
¿Cuál cree usted qué es el legado que le gustaría dejar para la ingeniería sísmica en Chile y las próximas generaciones?
Pienso que el aporte más grande que he hecho es mantener a través de mis proyectos la Red Nacional de Acelerógrafos que se conoce como RENADIC y que es administrada hasta el día por el Departamento de Ingeniería Civil, algunos de estos instrumentos lo logramos adquirir y mantener gracias a un proyecto que me adjudiqué de la OEA y aquello ha permitido monitorear los terremotos en Chile, los cuales son muy frecuentes, y que tienen características distintas a otros eventos ocurridos en el mundo.
A mí me ha dado mucha satisfacción algunas reuniones de trabajo que hemos tenido con colegas y exalumnos, en donde ahora está claro que lo fundamental es que ahora Chile tiene datos y esto se ha mantenido inexorablemente por cerca de 50 años en que hemos medido los terremotos, dentro de los que está el 27F, que es el único terremoto epicentral medido en el mundo. Esto lo ha mantenido el profesor Rubén Boroscheck, quien hoy es el presidente de COSMOS, que es la entidad mundial que maneja la red de acelerógrafos del mundo, entonces es un reconocimiento de lo que ha hecho en particular el Departamento con el RENADIC.
La ingeniería sísmica chilena es un referente a nivel mundial. En este contexto ¿Cuáles son los aspectos que más se destacan internacionalmente?
En particular, creo el comportamiento de los edificios que se observó para el 27F, donde hubo un colapso icónico a nivel mundial, esto corresponde al edificio Alto Río. Pero solo menos del 1% de los edificios que se diseñó entre los años 1985 y 2010, que eran como 10.000 edificios tuvieron daños importantes. Entonces, ahora estamos en un desafío nuevo que fue el lema de la conferencia mundial "El diseño resiliente, el nuevo desafío en la ingeniería sísmica", o sea la gente quiere volver a sus departamentos después de ocurrido un terremoto, como le decía a un colega no quiero volver a la obra gruesa y que está dañado lo no estructural, por lo que soy muy partidario de ese desafío que existe y creemos que estamos muy cercanos a ello en la Normas. El nuevo desafío que tiene el Departamento de Ingeniería Civil es que está instrumentando los edificios para ver cómo se comportan en los terremotos con medidas, un ejemplo de edificio instrumentado es el edificio de la Cámara Chilena de la Construcción (Providencia con Pedro de Valdivia). Lo que nos interesa es que los edificios sigan funcionando y para nosotros el mejor ejemplo es el Metro, el cual pasó el terremoto del año 85 y el terremoto del 2010, donde el Metro (vías elevadas) siguió funcionando, por lo que queremos que esa misma experiencia se traspase a los edificios.
Los únicos edificios instrumentados a nivel nacional son monitoreados por el Departamento de Ingeniería Civil, por lo que se podría decir que estamos a la vanguardia. Cuesta mucho instrumentar edificios, por ejemplo, los dueños de los edificios se preguntan cuál es la ventaja de instrumentar, ya que las medidas les van a servir a quienes construirán los nuevos edificios, pero hemos tenido mucha colaboración de nuestros exalumnos, que nos ayudado a orientar a los propietarios para lograr instrumentar.
¿Cuáles son los retos que tienen las próximas generaciones de estudiantes de ingeniería civil en la disciplina de la ingeniería sísmica en Chile? ¿En dónde colocar la urgencia?
Mira, yo he hecho clases casi por 50 años y a cada generación que me ha tocado hacerle clases le he dicho el desafío que tienen, fue así como les decía "les va a tocar hacer edificios de 20 pisos, luego 40 y 100 pisos", ahora también está el edificio del Costanera, que es la construcción de hormigón armado más alto del mundo en zona sísmica. Creo que a esta generación el desafío que le va a tocar abordar, tiene relación con hacer el tren rápido a Valparaíso o a San Antonio, y esos trenes rápidos requieren de muchos puentes, porque se quiso aumentar la velocidad del tren al sur, pero descubrimos que por las curvas que tiene el viaducto del Malleco antes de ingresar, el tren no puede tomar mucha velocidad. Entonces, van a existir muchos puentes que tienen que ser casi rectos y va a tener el mismo desafío que tenemos con el metro, que será un tren de pasajeros y carga, por lo que va a tener otra frecuencia. Además, creo que el desafío más importante es que los departamentos sean resilientes, que las personas puedan volver a sus casas luego de un terremoto y no necesariamente que los edificios sean aislados, que con diseño convencional cumplan ese objetivo.
En este mismo ámbito y frente al escenario del proceso constituyente ¿Qué rol juega la ingeniería civil? ¿Qué aspectos se deberían incluir?
El país por estar en una situación geográfica donde converge la placa de Nazca con la placa Sudamericana (prácticamente todo el país) y que se caracteriza esta subducción por la presencia de los volcanes, y esto hace que Chile además sea un país andino debido a la Cordillera de los Andes, y ello trae muchas implicaciones a la ingeniería civil. Primero, por los Andes no tienes ríos prácticamente son torrentes, entonces tenemos problemas de socavaciones muy grandes en los puentes y la socavación se mantiene cuando viene el terremoto y eso es una contribución importante que me tocó realizar en el manual de carreteras y puentes para Chile, algo que no tiene la norma norteamericana, que tiene que superponer la socavación de esta subducción con el terremoto. Además, tenemos estos problemas hidráulicos debido a los torrentes y que tienen que manejarse con estas socavaciones tremendas. Por otro lado, está el tema del eje volcánico que produce un suelo con estas características volcánicas y ello conlleva a que los suelos que aparecen en los libros de mecánica de suelos no correspondan a suelos chilenos, los cuales son alofenicos y de origen volcánico, por ello se crearon cátedras y un programa de magíster de características geotécnicas de estos suelos.
Lo más importante y que es común a todo es la existencia de la investigación endógena, investigación generada en el país, que es uno de los vacíos que tenemos, hay desconfianza de lo que se hace en Chile. Creo que debiera existir un énfasis para un puente entre el sector creativa-investigación y el sector productivo, pero hay cambios, por ejemplo, en el Instituto de Ingenieros se ha premiado este tipo de investigaciones endógena aplicadas. La etapa que viene, pensando en los próximos 40 a 50 años de la Constitución, las nuevas generaciones van a hacer muchos aportes innovativos y viene esta etapa en que las nuevas generaciones van a vivir ese período, hoy la mayoría de los recursos que se destinan a investigación son entre el 0,4 y 0,3 del PIB es inversión pública, lo que nos falta es que el sector privado entre en esto.
¿Cuáles son los proyectos en los que está trabajando actualmente?
Estoy trabajando en dos proyectos, en uno de ellos es para mejorar el diseño sísmico, porque lo que vemos nosotros lo resolvemos por métodos vibratorios que es la técnica tradicional, pero el fenómeno realmente en los edificios es que propagan ondas, el terremoto propaga ondas en los edificios y eso hace que los resultados sean muy distintos, ahora estamos terminando una tesis con una metodología que es bien compleja, que es observar la diferencia de un método tradicional y el método de propagación ondas en edificios, y se ven diferencias significativas.
El segundo proyecto consiste en no solamente observar el comportamiento no estructural, sino tratar de que los contenidos que hay dentro de los edificios (Por ejemplo: computadores no sufran daños al caer de las mesas). Afortunadamente el edificio de la Cámara Chilena de la Construcción, que es un edificio antiguo, lo teníamos instrumentado (el único instrumentado para el 27F) y tenemos la foto de lo que lo que ocurrió dentro del edificio, entonces estamos tratando de ver este comportamiento, puesto que nos interesa que las personas luego de ocurrido un sismo puedan ver que los contenidos dentro de su hogar no tengan daños (Por ejemplo: los contenidos de un mueble o clóset), por lo cual la idea es mejorar el diseño, ya que al tenerlo medido, con los instrumentos podemos ver que fuerza introdujo el terremoto al edificio y lo correlacionamos con los daños que observamos en el edificio, entonces es un paso a lo que queremos ir en dirección hacia la resiliencia.