¿Cuáles han sido tus desafíos laborales anteriores?
Con una vasta experiencia en distintas áreas de la industria, Estivalia recuerda su paso por ECOLAB, donde trabajó como Representante de Campo durante cinco años y medio, en la subárea de papel reciclado. “Uno de mis mayores desafíos en NALCO fue poder hacer pruebas industriales sola. Hay muchos factores que considerar, como el funcionamiento de las máquinas y las pruebas en sí mismas, lo que lo convierte en un proceso complejo”, comenta.
Otro desafío destacado fue su experiencia en Aguas Pirque, donde tuvo la responsabilidad de montar un laboratorio de calidad de agua en un container, “este laboratorio, que podía ser transportado, permitía hacer ensayos y estudios fundamentales para enviar al Ministerio de Salud”, indica. "Dado que los pozos se iban secando, por la escasez hídrica, constantemente había que buscar fuentes de agua y este laboratorio servía también de primer filtro para establecer si perforar un pozo o no. Si había que hacerle demasiado tratamiento al agua, no era viable potabilizarla", explica.
¿Qué te atrajo a la Universidad de Chile?
La búsqueda de un cambio en su ritmo de vida fue clave para que Estivalia se uniera al Departamento de Ingeniería Civil. “Este trabajo es bastante similar a mi experiencia con el laboratorio de química en la Fundación Origen, y, además, quería bajar un poco el ritmo de mi vida, estar más calmada para tener tiempo de dedicarme a la ciencia”, relata. Para ella, reflexionar y disfrutar el proceso científico es fundamental. En su paso por Fundación Origen, haciendo un reemplazo como profesora de Química, asumió también el desafío de revitalizar un laboratorio con mucho material en desuso,“empecé a sacar y exponer todo, por iniciativa propia. Así comenzaron a llegar solos las y los estudiantes, en sus tiempos libres usaban el laboratorio, aunque no hubiera clase. Al director le gustó lo que estaba pasando, y al término del reemplazo de profesora me nombró encargada del laboratorio”, indica. Este tipo de experiencias la motivaron a buscar un entorno que le permitiera un mayor desarrollo personal y profesional.
¿Cómo ha sido tu llegada al departamento, el recibimiento?
“El recibimiento ha sido mucho mejor de lo que esperaba. Aquí se percibe un ambiente de paz y colaboración, algo que valoro mucho”. Además, destaca la transición ordenada con su antecesor en el cargo, “me parece muy inteligente lo que hicieron, porque me permite aprender mucho de Jorge Castillo, una persona tan querida en esta facultad”, comentó. La afinidad entre ambos ha sido evidente, ya que comparten intereses en común como la ciencia, la música y el gusto por la playa.
¿Qué metas u objetivos te gustaría lograr?
Estivalia tiene claros sus objetivos para el laboratorio, “mi primer enfoque es cumplir con el plan estratégico a 20 años de la facultad, sin pasar por alto las metas establecidas”. Además, busca modernizar los equipos, especialmente pensando en los estudiantes que se integrarán a la industria después de sus estudios. "Me parece importante enseñar cosas de vanguardia como la metodología japonesa 5S para mantener un laboratorio en orden. Esto trasciende a los estudiantes y lo pueden aplicar en sus futuros trabajos”, afirmó.
Otro de sus objetivos es refrescar ideas y hacer más visible el laboratorio, no solo para estudiantes, sino para cualquier visitante de la facultad. “Me gustaría que cualquier persona que visite la facultad pueda entrar y sorprenderse con lo que hacemos, ya que muchas veces la ciencia se percibe como algo abstracto”, expresó. También, se plantea el desafío de fomentar la inclusión de mujeres en el laboratorio, mencionando su deseo de integrar una cuota de género en el equipo de auxiliares con quienes trabaja en el Laboratorio.
Fuera del ámbito laboral, ¿cuáles son tus hobbies?
En su vida personal, Estivalia comparte que, tras años de viajes y diversas experiencias laborales, ahora está enfocada en encontrar un balance. “He viajado mucho desde que salí de la universidad, en mi familia somos muy viajeros. Mi primer viaje fue a Bolivia, después he estado en Perú, Argentina, en Ecuador viví meses y en mis últimas vacaciones fui a México. El próximo viaje podría ser a Brasil o retomar la idea de recorrer Europa y que no pudimos concretar por las restricciones en pandemia”, relató.
Entre sus hobbies destaca la natación, deporte que practica desde muy joven y que continúa desarrollando en el club acuático de Puente Alto. Sin embargo, también tiene planes de nadar en la piscina de la FCFM el próximo año. Además, es una apasionada del cine y la lectura, actualmente está inmersa en la novela gráfica “Rebelión en la Granja” de George Orwell. A pesar de sus viajes y hobbies, Estivalia también expresa el deseo de retomar estudios que dejó de lado, “Hace unos años gané una beca de magíster, pero no la tomé porque preferí el trabajo. Ahora, tal vez sería interesante retomar el desarrollo académico”, concluye.
Estivalia también destacó la importancia de volver a disfrutar su trabajo, “a veces se pierde esa parte tan vital de pasarlo bien mientras trabajas. Hace mucho tiempo que no lo disfrutaba, pero siento que ahora estoy recuperando eso”, confesó. Para ella, volver a sentir pasión por lo que hace es fundamental, “quiero disfrutar lo que siempre me ha gustado, por algo lo estudié. No quiero trabajar por inercia, quiero aprender de las personas que están aquí, tanto de don Jorge como de estudiantes, docentes y funcionarios. Siento que te enseñan todo el tiempo”.
Así, la nueva encargada del Laboratorio de Fluidodinámica y Procesos llega con una propuesta fresca y motivadora, lista para contribuir al desarrollo de la ciencia en la Universidad de Chile. “Les invito a venir al laboratorio. Hay muchos experimentos entretenidos y lo mejor es que se puede pasarla bien mientras se aprende”.
