Como una noticia muy gratificante, describió la vicedecana Marcela Munizaga el momento en que recibió el llamado telefónico donde le comunicaron que había sido elegida "miembro de número" de la Academia de Ingeniería de Chile, una oportunidad que la invita a ser parte del selecto grupo de profesionales afines para "mirar las necesidades del país y sugerir el norte de la ingeniería en Chile", expresó.
“El principal sentimiento que me embargó –comentó la académica- es sentirse reconocida y visibilizada. Muchas veces las mujeres hacemos el trabajo de hormiga, ese trabajo invisible y que te digan, a usted la vamos a reconocer, es muy gratificante y, además, es un tema que, a través de la Red Adelinas, llevamos tiempo impulsando para dar visibilidad a nuestras ingenieras y científicas”, afirmó la profesora Marcela Munizaga, junto con compartir que su primer impulso fue contarle a su familia y que valoró mucho ver el orgullo de sus hijos, con quienes celebraron esta noticia.
La vicedecana, quien ya era “miembro correspondiente” del Instituto de Ingenieros de Chile al momento de ser elegida “miembro de número”, conversó sobre el escenario de su disciplina en Chile.
-¿Cuál o cuáles serían a su juicio las prioridades a atender por la ingeniería en nuestro país?
Creo que el gran desafío es la sustentabilidad porque el estado en que está el planeta nos muestra que la manera en que veníamos haciendo las cosas hasta ahora simplemente no funciona. Tenemos que hacer las cosas de una manera distinta y “radicalmente” distinta, así que eso nos desafía a repensar la ingeniería, desde una perspectiva mucho más multidisciplinaria, mucho más integral. Pensar en las externalidades, lo que hemos dejado de lado. Antes lo único importante era el progreso sin importar lo que pasaba con el medio ambiente, con los recursos naturales.
-Para estos efectos ¿cuáles son las dimensiones de la disciplina y el quehacer nacional donde debieran ocurrir esos cambios radicales?
El problema que abordamos es tan complejo, que se requieren cambios en todos los ámbitos. Aquí todos tenemos que contribuir, desde las distintas veredas. Uno en la universidad contribuye, principalmente, desde el ámbito de la investigación y de la formación de los futuros profesionales, a quienes les va tocar hacer esos cambios significativos en el futuro.
En la instancia de la academia, algo en lo que podemos -y debemos- hacer un mayor esfuerzo es en la incidencia política, por ejemplo. En definitiva, los cambios profundos no van a ocurrir si no nos obligan, así que definir nuevas regulaciones y crear nuevas leyes es fundamental. Entonces, nosotros, las y los ingenieros, tenemos que salir de nuestra zona de confort e interiorizarnos en otras áreas. Es muy cómodo para un/a especialista hablar de su disciplina, de su área de experticia, pero no lo es tanto cuando la conversación se trata de la interacción de un tema de al lado. Creo que tenemos la responsabilidad de poner el conocimiento técnico, disciplinar, al servicio de quienes toman decisiones políticas, decisiones normativas, por eso, tenemos que salir de nuestra caja. Así también de poner nuestro conocimiento a disposición de la ciudadanía y contribuir para que estén bien informados a la hora de tomar decisiones responsables.
- En este sentido ¿qué cambios debieran hacerse en la docencia?
Educar a nuestros estudiantes para ser ciudadanos responsables. Yo les hablo en las clases de que tienen responsabilidad de las elecciones que se toman, que hay que ejercerlas desde el voto. Que tenemos la responsabilidad de elegir a nuestros representantes en las distintas instancias que tomarán decisiones por nosotros. Es un derecho y un deber informarse y participar en las decisiones políticas porque es ahí donde se forjan las normas, las leyes que aplican a todos.
- En temas de inclusión de mujeres en las STEM ¿qué visualizas que falta por avanzar para avanzar una equidad de género?
En términos de equidad de género el trabajo no está terminado. Tenemos mucho que avanzar todavía. Hemos ido dando pasos importantes, por ejemplo, en formación de pregrado hemos aumentado significativamente la participación de estudiantes mujeres con el programa de ingreso preferencial de mujeres, que partió como un piloto en la Facultad y, a partir de este año, lo tomó el Ministerio de Educación para implementarlo en todas las instituciones de educación superior, con cupos de equidad de género para carreras STEM. Visto así, estamos avanzando, pero todavía hay una gran desigualdad si miras las proporciones de género en las instancias de toma de decisión, en los directorios, todavía falta mucho.
-La investigación con perspectiva de género es una meta que se ha propuesto la FCFCM ¿De qué forma debiéramos avanzar en esa dirección?
Para incorporar perspectiva de género, el primer paso es visibilizar el tema, hacerse la pregunta. Nadie genera políticas o dispositivos que discriminen a las mujeres por maldad, no es así, sino que sucede en la medida de que los equipos no tienen mujeres y no se les ocurre incorporar esa perspectiva. En cambio, cuando se visibiliza el tema y vas a diseñar, por ejemplo, un computador, te preguntas qué diferencias entre los usuarios hombres y mujeres para tener presente, por ejemplo, que las mujeres tienen las manos más pequeñas y, por tanto, el teclado debiera ser distinto, en fin. Esas preguntas se deben aplicar en todos los ámbitos. En todas las investigaciones debe aplicarse perspectiva de género porque si no te quedan estudios sesgados, dispositivos mal diseñados porque dejan afuera a un porcentaje importante de la población, más del 50 por ciento de la población es mujer.
-¿Y cómo ves la práctica de la perspectiva de género en las investigaciones de la FCFM?
Creo que es algo que se está empezando a trabajar. En algunas áreas está más desarrollado que en otras. En algunas es más fácil que en otras, pero creo que tenemos ya la conciencia y espero que avance en esa dirección y logremos las metas que se propuso la Facultad. Tenemos que escuchar a quiénes están más avanzados y avanzadas, y aprender cómo hacerlo.
-Sobre el escenario mundial, la ex presidenta Bachelet expresó en un encuentro de mujeres líderes donde fuiste invitada a ser panelista, su preocupación por noticias recientes que dan cuenta de un retroceso del feminismo o avances del machismo en países talibanes y en países de culturas más semejantes a la chilena, como Argentina, con acciones políticas que eliminaron instituciones y protocolos alcanzados para mejorar la inclusión y equidad. ¿Qué puedes comentar al respecto?
No hay que bajar la guardia, hay que seguir avanzando, colaborando, participando con otras naciones, con otras realidades. Creo que es importante la colaboración internacional en estos temas. Nosotros hemos aprendido de sociedades más avanzadas que la nuestra y nos han ayudado sus ejemplos. Creo que tenemos que mantenernos activos/as y de alguna manera militantes.
-¿Qué opinas del feminismo como una forma política de mirar la organización de una sociedad?
Mi postura está del lado de la igualdad de derechos y de deberes. Igualdad no es darles lo mismo a todas las personas, sino lo que necesita para asegurar que puedan tener igualdad de oportunidades. Es una forma para organizar la sociedad.
Trayectoria de Marcela Munizaga, vicedecana de la FCFM- U. de Chile:
La Prof. Marcela Munizaga es ingeniera civil en transporte de la Universidad de Chile y Doctora en Ciencias de la Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es Profesora Titular de la Universidad de Chile y académica del Departamento de Ingeniería Civil.
Es investigadora titular del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería ISCI e investigadora adjunta del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2.
Sus áreas de investigación son la modelación del comportamiento de usuarios de transporte y el uso de datos masivos de transporte público.
De 2018 a 2022 asumió la dirección Académica y de Investigación de la FCFM.
Actualmente es vicepresidenta del directorio de Metro de Santiago.
Ha formado parte de la Red Adelina de la FCFM desde sus inicios, agrupación que demandó transformaciones en la Facultad para incrementar el ingreso de mujeres en las STEM, tanto a nivel de estudiantes como de la academia, así como en la participación en instancias de toma de decisiones, que permitió implementar la acción pionera en la Universidad de Chile de una Dirección de Diversidad y Género en el Comité Directivo de la Facultad.