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Entrevista

Viviana Lorca: "Creo que, estamos perdiendo una capacidad importante de abordar los temas relacionados al agua y su uso en el ámbito de Microbiología".

Entrevista Viviana Lorca

¿Cuándo se integró al Departamento de Ingeniería Civil?

Bueno, primero que todo egresé de la Universidad de Santiago de Chile como Técnico Universitario en Industria Alimentaria, y como parte de la formación debía realizar mi práctica profesional. En este contexto, me integré a fines de marzo de 1990 al Departamento para realizar dicha práctica, llegando por casualidad, ya que en febrero de ese mismo año me encontré en Punta de Tralca con Carlos, hijo de la profesora Gabriela Castillo, quien me sugirió que presentara mis antecedentes para desarrollar la práctica en el Laboratorio de Calidad de Aguas; personalmente no era lo que tenía en mente, pues desde la enseñanza media que biología era una de las áreas que más me costaba desarrollar; lo hice y mi sorpresa fue grande cuando la profesora Gabriela me comenta que nunca había tenido una estudiante en práctica con formación universitaria, por lo que sería un interesante desafío, lo que llevó a extender mi práctica y estadía en el laboratorio. Luego de ella, estuve hasta que completé tres años y medio a honorarios. Después de analizar la necesidad que requería el Departamento en el Laboratorio, fui contratada por el Director de ese entonces, Alejandro López.

¿Cuáles han sido sus principales áreas de interés en su desarrollo profesional dentro del DIC?

Creo que algo que ha marcado mi desarrollo profesional, fue el haber participado de un simposio internacional en toxicidad de aguas, que contó con la visita de expertos microbiólogos y virólogos de todo el mundo, ahí tuve la posibilidad de conocer al profesor Gary Toranzos de la Universidad de Río de Piedras, Puerto Rico, gran especialista en virus en agua, quien en dicha ocasión venía a enseñar las técnicas de detección de virus y tuve la oportunidad de aprender los métodos que él aplicaba. El profesor Toranzos solicitó ayudante para sus actividades de laboratorio a la profesora Castillo, ella me asignó ese trabajo y él me comentó que confiaba en mi trabajo, para mí la investigación y aplicaciones que enseñaba eran de gran interés. Una vez finalizado el Simposio, me felicitó y quería que me integrara a su equipo de trabajo en Puerto Rico, lo pensé, pero finalmente por motivos personales decidí quedarme en Chile.

Pienso que ahora en pandemia, hubiera sido muy importante haber montado este tipo de técnicas e investigaciones en el laboratorio.

¿Cuáles son sus intereses y hobbies?

Mis principales hobbies van por las manualidades, ahora en pandemia he desarrollado de sobre manera las técnicas de tejido y bordado, que sin duda me han ayudado a reducir el estrés. Actualmente, formo parte de un grupo de bordadoras con la técnica de arpilleras, con este grupo trabajamos el tema del reconocimiento de la memoria, plasmando siempre en este trabajo el sufrimiento y los desafíos que tiene la gente. Desde febrero estamos trabajando el tema: "La Constitución que soñamos", por cierto es una temática con mirada a futuro. Personalmente y a propósito de que mi hije menor es transgénero, estoy plasmando este tema en mi trabajo de la arpillera. Mi hije me dice que soy activista, pues siento que este es uno de los sentidos de mi vida a partir del proceso de transición que él tuvo. A mí me resulta un compromiso muy importante, apoyado también desde la fe. El hecho de visibilizar a esta minoría que está absolutamente invisibilizada en la sociedad, por ello mi trabajo con las bordadoras está precisamente enfocado en aquello, visibilizar la comunidad trans y es así como la arpillera que estoy confeccionando plasma el representar a une joven trans y las respectivas demandas sociales, de salud, trabajo, etc. y que hoy no existen como derechos en Chile.

También, me gusta cantar, he participado de diversos coros, para el estallido social participé de un grupo agregado que se formó en la Facultad después del estallido social,en este contexto, me encantó la experiencia porque salimos a la calle a cantar. Además, me gusta leer, chilenas como Gabriela Mistral, Isabel Allende y también Pablo Simonetti, Simone de Beauvoir, Virginia Woolf autores internacionales como Dostoievski, Solzhenitzyn.

En el último tiempo he aprovechado de cosechar algunas hortalizas con Chris y de aprender de plantas, creo que es una oportunidad de ver en ello un nuevo renacer.

A esta vida vinimos a ser felices, buscando servir y buscando por cierto, a aprender de quien me encuentre en esta vida. La oportunidad de estar en contacto con los estudiantes ha sido un gran motor, sobre todo para aprender de ellos.

Algún hito que la haya marcado en su estadía en la Universidad?

De algo que me siento orgullosa, fue trabajar en una investigación relacionada al control de calidad de agua potable rural, este método fue desarrollado originalmente por un investigador de la India, sin embargo, las condiciones climáticas de India son muy distintas a las de Chile, ya que acá tenemos tres zonas distintas climatológicamente. Esta investigación se enmarcaba en un proyecto financiado por el Gobierno de Canadá, tenía por objetivo adaptar el método indio y que se adecuara a la realidad zonal de Chile para el control de agua potable rural, que es un tema muy abandonado dentro de la realidad nacional y en el que fue súper lindo trabajar con comunidades rurales. Fue así como la profesora Gabriela Castillo, eligió comunidades rurales de la cuarta región y en donde conocí personas del Valle del Elqui, en la zona central trabajamos con dos comunidades rurales (Montenegro y XX )de la región metropolitana y en la zona sur trabajamos con comunidades de la 9va región en la Araucanía (Chol-Chol, Melipeuco, Puerto Saavedra, entre otras).

Este método, luego de ser adaptado pasó a ser una norma chilena para el control bacteriológico de agua potable rural, y creo que este ha sido uno de los hitos más importantes para mí, de trabajar en la Universidad. Además de apoyar el proceso de formación profesional de estudiantes, me interesa mucho aportar desde mi compromiso al servicio social y público. Pienso que esa población que representa cerca del 5% con acceso a agua potable rural, tiene el mismo derecho que todos los demás, a saber cuál es la calidad bacteriológica del agua que está consumiendo, sin duda hay desafíos en mejorar las condiciones.

Otro hito que ha marcado mi estadía en el Departamento fue la llegada de la profesora Ana Lucía Prieto, ha sido un regalo que me ha dado la vida, pues me ha enseñado a revalorizarme, me ha puesto desafíos de temas que finalmente he sido capaz de desempeñar, me ha hecho desarrollar potencialidades que estaban dormidas y estoy enormemente agradecida por ello.

¿En qué aspectos está al debe la Universidad en materia de investigación en calidad de aguas?

Alguna vez tuve la oportunidad de plantear estas inquietudes con los Decanos Brieva y Aceituno, respectivamente en cada período de decanato, donde siempre consulté por el desarrollo de investigación en la línea de calidad de aguas, pues encontraba que la Facultad se estaba perdiendo una gran oportunidad, sobre todo considerando la mirada a nivel país y de servicio público que tiene como pilar la Universidad. En ese entonces, la profesora Gabriela ya tenía su enfermedad desarrollada y yo no veía que hubiera intención de "relevo" para avanzar en estos temas, faltaba aterrizar las ideas con proyectos concretos. Por ejemplo, para ahora en pandemia hubiéramos tenido un desarrollo permanente en microbiología y medio ambiente. Hay un mea culpa que deben hacer académicos e investigadores.

En esa línea ¿Cómo percibe el interés o las inquietudes de las nuevas generaciones de estudiantes?

He tenido la oportunidad de trabajar con estudiantes de distintos niveles, desde alumnos de enseñanza media (3ero y 4to), plan común de ingeniería civil (en un curso de los profesores Alberto de la Fuente y Carolina Meruane), de las distintas especialidades del Departamento de Ingeniería Civil y también de postgrado, por lo que he conocido distintas realidades e intereses. Por ejemplo, creo que las principales inquietudes en pregrado se dan en microbiología y biología, que son temas de urgencia y que actualmente estamos viendo que son muy importantes abordar en los problemas a nivel ambientales y de cambio climático. El agua es un recurso indispensable, es un bien necesario, por lo que todos estos temas deberían tener una visión más integradora, ya que el país necesita de estos avances.

Creo que, estamos perdiendo una capacidad importante de abordar los temas relacionados al agua y su uso en el ámbito de Microbiología. El método de enseñanza ahora es más libre, y los estudiantes están más conscientes y motivados por ser parte del cambio, pero con las herramientas entregadas en estos tópicos en la línea de formación se sienten débiles. Por ejemplo, conozco estudiantes que están prontos a tomar temas de memoria, y me comentan que tienen mucho interés de vincular temas de agua con otras disciplinas. Fue así como, a través del profesor Alberto de la Fuente, tuve la oportunidad de conocer a un investigador de la carrera de agronomía de la UChile y que trabaja en calidad de suelos, junto con dos estudiantes del profesor de la Fuente, fuimos a aprender en el laboratorio del profesor Salazar.

Otros recuerdos que tenga de la Facultad…

Decir que llevo más de 30 años trabajando en la Facultad, ya es un hito. El tiempo ya marca un sentido de pertenencia, porque no sólo trabajo ahí, este lugar ha pasado a ser mi casa, me ha dado la oportunidad de conocer distintas personas, estudiantes del norte y sur de Chile. Por ocho años formé parte del Comité Paritario de la FCFM, lo que me dio la posibilidad de conocer gran parte de la Facultad, desde Astronomía, IDIEM, Nic- Chile, etc.

Además y con mucho orgullo puedo decir que por más de 20 años formo parte de la Comunidad de Pastoral de Funcionarios de Ingeniería, es un espacio maravilloso en el que nos damos la oportunidad de compartir la vida desde la Fe, es muy especial nuestra comunidad. Puesto que en este espacio laico y en gran medida agnóstico, la Facultad, estamos presente para todas/os nuestras/os hermanas/os cuando nos necesitan, desde ahí me ha tocado acompañar a amigos/as y compañeros/as en momentos muy difíciles, conocer las realidades fuera del trabajo del día a día. Además, con esta comunidad pastoral abierta desarrollamos actividades de trabajo social que, por cierto, han dado un tono muy especial a nuestras vidas.

Creo que en este contexto en el que nos encontramos, hay una urgencia en la necesidad de integración de toda la comunidad, confío que después de la pandemia seremos personas bien distintas a las que éramos antes, viene un proceso de asumir, de aprender a estar y poner énfasis en comunicarse y hacerse presente con el otro, esto nos llevará a tener espacios de contención futuros muy necesarios para todes porque somos seres de grupos ( manada, familia, etc).

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