La semana pasada, estudiantes del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile participaron en una serie de visitas técnicas que los acercaron a realidades concretas de la infraestructura nacional. Desde la producción de acero verde hasta sistemas de aislación sísmica y obras subterráneas de transporte, la experiencia ofreció una mirada integral al rol que cumple la ingeniería civil en la sociedad y el desarrollo sostenible del país.
La primera vista de la semana, el día lunes 04 de agosto, fue a Armacero, empresa parte de la siderúrgica Aza, donde se arman estructuras de acero a partir de chatarra reciclada. Las y los estudiantes conocieron de primera fuente el proceso de producción de estructuras de acero verde, cuya fabricación minimiza las huellas de carbono e hídrica al operar completamente con electricidad y reutilizar el agua en un 97,7%. Durante la visita, fue posible ver las etapas de corte, doblado y control de calidad del acero, destacando cómo la innovación y la seguridad laboral van de la mano en la industria siderúrgica.
Al día siguiente, otro grupo visitó el Hospital Militar de Santiago, guiados por la Dirección de Ingeniería liderada por el Coronel Rodrigo Silva. Allí conocieron los sistemas de respaldo críticos que garantizan la operación continua ante desastres naturales: 164 disipadores sísmicos, 75 unidades de respaldo eléctrico, y autonomía en agua y gases clínicos para hasta una semana. El edificio, uno de los primeros del mundo con aislación sísmica hospitalaria, resistió sin fallas el terremoto de 2010, desplazándose apenas 10 cm sin daños estructurales. Un ejemplo claro de cómo la ingeniería protege vidas.
La tercera visita, el mismo día, fue al Templo Bahá’í de Sudamérica, donde el arquitecto a cargo explicó los sistemas de aislación sísmica que resguardan esta delicada estructura de vidrio, mármol y acero, emplazada sobre la falla de San Ramón. Gracias a sus diez aisladores, el templo puede absorber el movimiento del suelo sin comprometer su integridad, combinando diseño, ingeniería y espiritualidad.
En el ámbito del recurso hídrico, el día jueves, las y los estudiantes visitaron tres estaciones meteorológicas de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas: en Cerro Calán, la segunda parada en Mapocho-Los Almendros, y la última parada fue en camino Los Bronces. Durante la jornada, el grupo de estudiantes tuvo oportunidad de aprender sobre la medición de variables como precipitaciones, viento y humedad relativa, fundamentales para la gestión hídrica del país en un contexto de cambio climático. Dania y Óscar, profesionales de la DGA, guiaron la visita mostrando el instrumental y su importancia en la toma de decisiones de política pública.
Finalmente, la semana cerró con un recorrido a las obras en construcción de la Línea 7 del Metro de Santiago, específicamente en el tramo ejecutado por la empresa Besalco. Las y los estudiantes descendieron más de 55 metros en un pique vertical, explorando los avances en andenes y vías, bajo la supervisión de la prevencionista de riesgos Daniela Olguín. Esta línea será pionera en contar únicamente con ascensores para el acceso a andenes, un avance en accesibilidad urbana.
“Ser ingeniero o ingeniera civil no es solo resolver cálculos, es entender cómo cada decisión técnica impacta directamente en la vida de las personas. Estas visitas no solo enseñan infraestructura: enseñan responsabilidad, ética y vocación de servicio”, comentaron desde la coordinación académica del Departamento.