El validarse continuamente es un desgaste que naturalmente muchas colegas lo asumen, generando una carga adicional en cualquier desarrollo o emprendimiento en que se vean involucradas.
La participación de mujeres en STEM es decisiva para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como lo indica la UNESCO. El incluir mujeres en ingeniería promueve la innovación social, mejora la eficiencia de los proyectos y asegura que las soluciones tecnológicas beneficien a toda la población. En principio, si estamos condicionados por 50% de mujeres y 50% de hombres en el planeta, el no incorporar a mujeres y diversidad, hace que el enfoque sea parcial y limitado.
El informe “El Progreso en el cumplimiento de los ODS. Panorama de género 2024”, da luces sobre los ODS, donde el avance permanece en bajo o nulo.
Considerando que las mujeres destinan 2,5 veces más horas por día al trabajo doméstico y de cuidado (no remunerado) en relación con los hombres. Que las niñas asisten menos a clases y del orden de 120 millones de niñas no asisten a la escuela. Esto se asocia a un importante costo producto de la baja en competencias educativas.
Actualmente, solo el 30% son mujeres dedicadas a investigación y un 35% de todos los estudiantes matriculados en carreras STEM son mujeres (Fundación Nobel, 2019).
En cuanto a trabajo decente y crecimiento económico, casi un 5% de los empleos femeninos tienen probabilidad de ser reemplazados por la IA, frente solo al 1,4% de los empleos masculinos.
Tras indicadores poco alentadores, ONU determinó seis vías de inversión (denominadas “Seis transiciones”) el 2023, todas ellas dependiendo de la cristalización de la igualdad de género, y vinculantes con la Plataforma de Acción de Beijing. De estas transiciones, se relevan: Sistemas Alimentarios, Conectividad Digital, Educación, Empleo y Protección Social, Energía Asequible, y Cambio Climático, Pérdida de Biodiversidad y Contaminación.
Si se refiere a Conectividad digital, a los 15 años, solo el 0,5% de las niñas desean convertirse en profesionales de las TIC, respecto al 5% de los niños. Las niñas pierden interés en STEM conforme crecen, debido a las expectativas sociales de género de la profesión (Informe OCDE, 2018).
Las mujeres tienen un 8% menos de probabilidades que los hombres de poseer un teléfono móvil, y un 20% menos de utilizar Internet en un teléfono móvil (Informe GSMA, 2020). De hecho, el 65% de las mujeres utilizaron internet en 2023, en comparación con el 70% de los hombres. Y esta brecha se estima que podría costar 500.000 millones de USD al 2030 (a los países de ingreso bajo y medio). En la medida que aumente el acceso a móviles, se puede fomentar la independencia económica, la alfabetización y competencias digitales.
En cuanto a empleo, las mujeres ganan 20% menos que los hombres. Y en todo el mundo, el 63% de mujeres estaban en el campo laboral el 2022, respecto a 90% de hombres (entre los 25 y 54 años). Una causal puede ser que en el 51% de los países existe al menos una restricción que impide a las mujeres ejercer los mismos empleos que los hombres.
En energía, aun cuando hay 43% de mujeres asociadas a invención de patentes, solo el 32% tienen empleo en energías renovables. Y el 16% está en cargos directivos.
El crear y ser parte de redes de apoyo permite intercambiar conocimientos en cuanto a las políticas de cada país, generando alianzas que no solo empoderan a las ingenieras, sino que contribuyen a un desarrollo justo incorporando diversas perspectivas. Como lo indica el marco para la acción, ONU Mujeres ha ideado cuatro pilares: Reconocimiento, Redistribución, Representación y Reparación.
La comisión Red de Mujeres Ingenier@s del Colegio de Ingenieros de Chile, acoge el reconocer a nuestras pares de la región, representar el género en las distintas iniciativas que se abran y ser gestoras de varias, para ayudar a reparar la deuda histórica, y así validar a la “persona”, independiente de su diversidad y circunstancia, creando un mundo más equitativo para nuestra generación y las venideras.