El congreso abordó temáticas fundamentales para la disciplina, a través de una serie de charlas de investigadores, charlas de empresas auspiciadores y salidas a terreno, donde destacaron las visitas a las obras de construcción del edificio universitario Vicuña Mackenna 20 (VM20), la planta de Hormigones Melón, el Hospital Militar de la Reina y la sede del Colegio de Ingenieros. Además, los estudiantes visitantes tuvieron oportunidad de recorrer las instalaciones y laboratorios del Departamento de Ingeniería Civil.
Las conferencias, dirigidas por expertos en la materia, ofrecieron una visión amplia y detallada de los desafíos y avances en el campo de la ingeniería civil. Entre los ponentes destacados se encuentran Patricio Catalán, Rodrigo Farías, Francisco Ruz, Marlena Murillo, Lucy Magaña, abordando temas desde gestión de riesgos hasta la importancia de la mecánica de suelos. Por parte del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, como coanfitriones del evento, hubo una gran participación de ponentes como Ana Lucía Prieto, James McPhee, Angelo Guevara, Edgardo González, Rubén Boroschek y Cristóbal Pineda.
Estudiantes provenientes de Bolivia, Argentina, Colombia, Perú y otras regiones de Chile enriquecieron el evento con sus perspectivas únicas. “Siempre quise conocer Chile, he escuchado del desarrollo que tiene Santiago, de su buena educación y también de su desarrollo en el tema de transporte, accesibilidad y movilidad urbana”, indica Santiago Wagenaars, de la Universidad Nacional de Colombia (sede Manizales).
El Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Civil es un espacio anual de encuentro e intercambio para estudiantes de Ingeniería Civil en Obras Civiles e Ingeniería Civil Oceánica de todo Chile y Latinoamérica, que va mudando de anfitrión año a año. Durante sus jornadas se ofrecen diversas conferencias y la oportunidad de establecer conexiones entre asistentes y expertos/as. Este año, el evento fue organizado por la Asociación Nacional de Estudiantes de Ingeniería Civil (ANEIC), a través de los estudiantes representantes de la U. de Chile, en colaboración con el Departamento de Ingeniería Civil (DIC) y su centro de estudiantes (CEIC), y toma una importancia especial al enmarcarse en la celebración de los 170 años de la Ingeniería Civil en Chile.
“Solo me queda agradecer a los equipos que organizaron y los participantes del congreso, quienes tuvieron oportunidad, durante estos tres días, de conversar sobre cómo podemos avanzar en los desafíos de la ingeniería civil en Chile y Latinoamérica", comentó el director del Departamento de Ingeniería Civil de la U. de Chile, Ángelo Guevara, en su discurso de cierre del evento.
“Fue un evento bastante emocionante, principalmente porque las y los estudiantes demostraron mucho entusiasmo e interés en todas las actividades que se realizaron en el congreso. Lo que más destaco es que la gran mayoría de las personas participantes se sintieron a gusto, cómodos y respetados en el espacio, sin importar que fueran de otras universidades del país e incluso del extranjero. Considero que este Congreso es una instancia que se debe seguir fomentando, ya que es un tremendo aporte a nuestra educación como futuros ingenieros e ingenieras y nos permite abrir nuestros horizontes”, comentó Isabel Arriaza, estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, quien preside el comité organizador del Congreso.
“Recomiendo totalmente vivir esta experiencia, pues te lleva a salir de la zona de confort, a relacionarte con más personas y futuros colegas, a generar lazos con respecto a la ingeniería, tanto de manera nacional como internacional”, señala Ignacio Cartes, de la Universidad del Bío Bío (Concepción, Chile).
Mariluz Huiriqueo Antivil, presidenta de la Asociación Nacional de Estudiantes de Ingeniería Civil de Chile, señaló la significativa recuperación del evento tras las dificultades postpandemia, demostrando la resiliencia y vitalidad de la comunidad estudiantil.
El XXV Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Civil no solo sirvió como plataforma académica, sino también como un espacio de conexión, colaboración y reflexión sobre los futuros desafíos y oportunidades en el campo de la ingeniería civil. Su éxito resalta la importancia de continuar impulsando estos encuentros para fomentar el crecimiento y desarrollo de la disciplina en la región.